Enrique González Ospina
El sublime misterio de la muerte
El ser humano ha sido creado por el Universo con su vida, cuerpo, emoción y mente, con un propósito que permanece un poco oculto.
Esa estructura, que son “formas” de la energía, no puede morir, porque la energía ni se crea ni se destruye, pero se transforma.
¿Entonces, qué pasa con su cuerpo físico? Puede renacer o puede reencarnar, pero no puede morir.
Nada muere, pero todo se transforma.