Dentro de sí-mismo no hay luz, no hay claridad, no hay conciencia de sí-mismo, por lo cual sigue buscando afuera, porque el exterior parece más iluminado.
Occidente busca afuera; Oriente observa dentro de sí-mismo.
La luz de los sentidos ilumina el exterior, pero el observador está dentro de sí.
No hay buscador, pero puede haber la observación de la realidad tal cual es, externa e interna, Aquí y Ahora, a tal profundidad que puede descubrir lo que está oculto en la realidad.
La verdad está oculta en la realidad.
No hay buscador, pero hay un observar la realidad que sucede, dentro de sí y fuera de sí, Ahora.
El buscador es lo buscado.
