Las religiones enseñan que es necesario amar a Dios y al prójimo, y nos ocultan la imperiosa necesidad de amarse a sí mismo.
La misma Biblia lo dice reiteradamente:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
Levítico 19, 18
¿Por qué nos ocultan la necesidad de amarnos a nosotros mismos? Porque el que se ama conscientemente comprende, y el que comprende se vuelve rebelde, revolucionario.
Tanto las religiones como los políticos han encontrado el método infalible para hacerte débil, que consiste en no amarte a ti mismo, porque la persona que no se puede amar a sí misma tampoco puede amar a los demás, y ese es el principio de la no-rebelión.
Tienen una forma muy astuta de predicar cuando dicen: “Ama a Dios y al prójimo”, porque saben que si no eres capaz de amarte a ti mismo, no serás capaz de amar de ninguna manera, y esa es una actitud que le conviene al sistema.
Pero el que se ama a sí mismo está dando el primer paso hacia el auténtico amor al prójimo, que lo convierte en un ser rebelde contra todas las formas de injusticia.