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Creer o no creer es pensamiento, y el pensamiento es una reacción de la memoria vieja, limitada y condicionada.Si usted cree en Dios, esa creencia no es Dios, es sólo una creencia de su mente. Si usted piensa en Dios, ese pensamiento no es Dios, es sólo un pensamiento como cualquier otro.

Cuando usted visualiza a Dios como una entidad que existe como un punto en el infinito, está creando una figura a su imagen y semejanza, una creación antropomórfica en su mente.
Todas las imágenes, creencias o ideas acerca de lo que es Dios, son constructos del pensamiento mágico que hemos heredado de nuestros antiguos predecesores. Dios no cabe en la mente.
Todo eso es fantasía, imaginación, ficción, falacia, que consuela a la mente miedosa pero impide la búsqueda de la Verdad en sí mismo.

Sin dios pero meditando-el justo medio

¿Qué es Dios? Nunca nadie puede saberlo, pero podría vivenciarlo en la profundidad de su Ser, si usted penetra en sí-mismo mediante la meditación.
Abandone la idea de Dios como un punto fantástico en el infinito y acérquese, más bien, al misterio absoluto de lo Eterno dentro de usted.
Cambie el concepto de Dios por la expansión de su conciencia, y en lugar de orar… medite.
Esa es la vía para descubrir la Verdad, sin necesidad de creer en nada.
Creer en Dios es abandonar la búsqueda de la Verdad dentro de su propio Ser interior.
Creer en Dios es abandonar la vivencia del Misterio que reside en cada ser.
La Conciencia es la esencia de todo lo existente.