Sin atención no hay posibilidad de nada, porque la atención precede a la acción consciente.
Así como hay una escala de niveles de Conciencia que le son posibles al Ser humano, así también hay calidades de la atención que corresponden a cada estado de Conciencia.
La atención es para la Conciencia lo que el aceite para la llama de una lámpara.