En el budismo las “cuatro nobles verdades”, que son la esencia de su propuesta, plantean que el deseo es la causa del sufrimiento y que, por lo tanto, debe disolverse mediante las prácticas descritas en la “óctuple vía”.
No obstante, Krishnamurti plantea que el deseo es sólo un proceso perceptivo y sensitivo que forma parte de la vida. Para él, el problema es el “yo” que convierte el natural deseo en el anhelo obsesivo, que es el verdadero problema.
¿Pero qué es el “yo”? Un pensamiento egocéntrico que emana desde la memoria de lo pasado, de lo vivido.
Por lo tanto, el problema es el pensamiento.
Es necesario aprender a pensar desde la percepción pura de la realidad, sin memoria, y es necesario aprender a no-pensar.
La mente vacía de contenidos y silenciosa de pensamientos es la condición para que la Conciencia Pura, que es el Misterio oculto en lo existente, se pueda manifestar.