Los grandes Maestros de la Vida han considerado la alternativa entre “tener” y “ser” como el punto más importante de sus respectivos sistemas.
Buda enseña que para alcanzar el nivel humano más desarrollado, no debemos anhelar posesiones.
Jesucristo pregunta: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiera su alma?”
El Maestro Eckhart enseñó que no tener nada y permanecer abierto y “vacío”, no permitir al ego ser un estorbo en nuestro camino, es la condición para lograr fuerza espiritual.
Marx enseñó que el lujo es un defecto, tanto como la pobreza, y que nuestra meta debe consistir en ser mucho, y no en tener mucho.
¿Qué es tener memoria, conocimientos, fe, autoridad, amor?
¿Qué es ser esas cualidades y atributos?
El tener es la expansión de sí mismo hacia afuera, con lo cual enajena su propia vida.
El vivir para Ser es la profundización en sí mismo, al encuentro de la verdad y la libertad.
Tener es expansión… para saciar la avaricia.
Ser es profundización… en sí mismo, buscando la Verdad oculta en todas las formas manifiestas, incluidos su cuerpo, su mente y su “yo”.