Es necesario descartar todos los conceptos teóricos e ideológicos acerca de la libertad, para poder indagar si realmente nuestras mentes pueden estar alguna vez libres, libres de la dependencia del miedo, de la ansiedad, libres del pasado y del futuro, libres del apego y del conocimiento, libres del sufrimiento, de la codicia, de la vanidad, libres de todo condicionamiento…
¿Puede existir libertad psicológica total, de manera que la mente humana pueda descubrir aquello que no es temporal, que no es producto del pensamiento, y que al mismo tiempo no constituya un escape de las realidades de la vida cotidiana?
La observación de sí mismo, en medio de la cotidianidad, es el instrumento para liberarnos de toda reactividad mental y emocional, de todos los contenidos mentales acumulados y de todos los pensamientos disfuncionales.
La mente pura, vacía de todo contenido y silenciosa de todo pensamiento, es el espacio interno donde la Conciencia Pura, el Misterio, la Fuente de Todo, se podría manifestar.
